Teología y Adoración responde a «La Declaración de Nashville»

Teología y Adoración | Agencia Presbiteriana de Misión

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LOUISVILLE – El pasado 30 de agosto, una serie de voces cristianas evangélicas emite La Declaración de Nashville. Debido a la cantidad de la cobertura de noticias que ha generado esta declaración, Teología y Adoración, un ministerio de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), pensaron que sería útil una clarificación sobre como la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) ha considerado los temas tratados por la declaración de Nashville. Aquí están algunas ideas que podrían ayudar a clarificar la posición de nuestra denominación: 

• La declaración surge del Concilio de la Biblia sobre la masculinidad y la feminidad . Esta organización fue organizada para oponerse al feminismo en formas que no son consistentes con la afirmación presbiteriana de que «las mujeres y los hombres son llamados(as) a todos los ministerios de la iglesia» y que todas las personas son iguales ante Dios y deben tener los mismos derechos humanos y civiles. La teología y la política presbiteriana afirman la igualdad fundamental de todas las personas ante Dios y entre sí.
• La 222a Asamblea General (2016) de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)  indica que «las acciones que nosotros(as) y nuestros(as) miembros hemos tomado en los últimos años han obligado que a veces los(as) hijos(as) amados(as) de Dios que son lesbianas, homosexuales, bisexuales y transgénero cuestionen sentirse fuera de la gracia de Dios y no sean bienvenidos(as) en la IP (EE.UU.). Lamentamos profundamente que, debido a fallas humanas, cualquier persona pueda encontrar una causa para dudar del amor de Dios. Afirmamos la dignidad dada por Dios y el valor de cada ser humano, y renovamos nuestro compromiso de ‘bienvenida mutua, como Cristo ha dado la bienvenida [nosotros], para la gloria de Dios.’ [Romanos 15: 7]».
• Como suele ser el caso, la cobertura de los medios presenta una alternativa binaria: o bien se afirma la Declaración de Nashville o muy se está muy en desacuerdo con ella. Sin embargo, la IP (EE.UU.) se ha resistido a esta alternativa binaria con respecto a la ética sexual, particularmente en relación con la ordenación y el matrimonio. Hemos dicho que es adepto a los concilios de las iglesias en utilizar su criterio para ordenar a las personas en ausencia de una norma nacional sobre la sexualidad, y hemos dicho que las congregaciones y ministros pueden fielmente elegir celebrar matrimonios del mismo sexo o no. Una forma de decirlo es que, como denominación, hemos llegado a ser agnósticos en torno a temas de la homosexualidad. En un nivel, esto es un cambio radical ya que se ha permitido un reconocimiento de las prácticas fieles que habrían estado fuera de los límites anteriormente. Al mismo tiempo, no hemos requerido que los líderes u organismos dentro de la iglesia se adhieran a cualquier posición particular. Hemos elegido un camino más difícil .
• En términos de la Declaración de Nashville, parecería que una persona podría ser un líder fiel en la IP (EE.UU.) y afirmar los aspectos de la Declaración de Nashville, como la creencia de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
• Hay otros artículos, en particular aquellos sobre las personas transgénero, que van más allá de la posición adoptada oficialmente por la IP (EE.UU.).
• Hemos tomado una posición pastoral sobre todos los temas relacionados con la sexualidad, y que es particularmente importante en relación con las personas transgénero. La Declaración de Nashville con su énfasis de «auto-concepción» no les hace justicia a las experiencias de las personas trans. Tampoco la experiencia de las personas trans encajan perfectamente con cuestiones en torno a las personas con atracción hacia el mismo sexo.

En respuesta a la Declaración de Nashville, algunas personas cristianas en House of All Sinners and Saints han escrito la Declaración de Denver . Dos afirmaciones de esta última afirmación pueden tener particular resonancia en esta discusión:

AFIRMAMOS que el pecado distorsiona todos los aspectos de la vida humana. 
NEGAMOS que los seres humanos pueden escapar el pecado simplemente al sostener una doctrina o estilo de vida particular.

AFIRMAMOS que la gracia de Dios en Cristo es suficiente actualmente. 
NEGAMOS que la gracia de Dios en Cristo es algo que debe ser complementado por obras, piedad o doctrina.  

En una temporada de tragedia por la tormenta tropical Harvey y el racismo que se ha vuelto cada vez más evidente desde los acontecimientos en Charlottesville, las cuestiones de integridad sexual siguen siendo significativas.

Para más información y si necesita conectarse con Teología y Adoración, por favor, póngase en contacto con Cheri Harper.