Educación Teológica en la IP(EE.UU.) se transforma para apoyar y acoger a la diversidad
por Emily Enders Odom | Servicio Presbiteriano de Noticias
LOUISVILLE – Después de la culminación de la 222a Asamblea General (2016) el 25 de junio en Portland, Oregón, los miembros de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) han seguido siendo testigo del cambio histórico de la denominación para tomar distancia del enfoque y el liderazgo nacional caucásico hacia una mayor diversidad cultural, racial y étnica.
«Y estamos contentos de hacer ese cambio», dijo la Rvda. Dra. Michelle J. Bartel, coordinadora de Educación Teológica y Relaciones Seminaristas para la Agencia Presbiteriana de Misión. «La forma presbiteriana de ser está viva y sana; y la educación teológica está jugando un papel crítico en la cara cambiante de la denominación».
Bartel también considero recientemente el visible liderazgo de los 1,7 millones de miembros de la denominación, que ahora incluyen al Rvdo. Dr. J. Herbert Nelson III, el primer hombre afroamericano elegido como secretario permanente o el máximo oficial eclesiástico de la denominación más grande del país; dos co-moderadoras de la Asamblea General; la Rvda. Ene Edmiston, y la Rev. Denise Anderson que es afroamericana; y el director interino de la Agencia Presbiteriana de Misión y el anciano gobernante gay latino Tony De La Rosa. Ella dijo al respecto «¿Qué tan presbiteriano es esto? Qué chévere es que nuestros valores de la tradición reformada promuevan la diversidad y la inclusión».
Como una prueba más de lo que ella ve como un momento significativo en la vida de nuestra denominación, Bartel mencionó la presencia por primera vez de la Rvda. Dra. Doris J. García Rivera, presidenta del Seminario Evangélico de Puerto Rico (SEPR) en la Asamblea general este verano que, según ella, no sólo marcó «la autoconciencia de la IP (EE.UU.) de su lugar en el mundo», sino que también marcó los esfuerzos de la denominación a ser más global, al mismo tiempo que alcanza al pueblo Latino.
Bartel, que sirvió como consultora del Comité para las Cuestiones e institutos teológicos de la Asamblea (14), dijo que esta trayectoria se le hizo cada vez más clara mientras era testigo de la voluntad del comité para llevar su recomendación para aprobar un pacto revisado entre la IP (EE.UU.) y el SEPR ante toda la Asamblea.
Una defensora de ese esfuerzo fue la Rvda. Lisa Juica, una anciana docente comisionada del Presbiterio Grace, que sirvió en el Comité 14.
«El compromiso del SEPR con la educación teológica y con la IP (EE.UU.) son de vital importancia para la diversidad de nuestra denominación», dijo Juica. «Una de las preguntas que hago a menudo es: ‘¿Quién falta en nuestras conversaciones?’ Sería trágico que no tuviéramos la voz del SEPR en la educación teológica. Fue un privilegio trabajar, a través del pacto, como miembro del comité y luego a votar unánimemente para acoger nuestro pacto con el SEPR por otros diez años».
Juica, que trabajaba como tecnóloga médica licenciada antes de su ordenación, actualmente sirve como asociada de admisiones para las Asociaciones Eclesiásticas en el Seminario Teológico Presbiteriano de Austin, donde su ministerio de cinco años explora la asociación entre iglesias y los llamados a servir en la iglesia. A pesar de que ella no fue la que propuso que el pacto se eliminara de la agenda de consentimiento para que pase directo a la asamblea, ella inmediatamente apoyó la moción.
«Si les preguntara a muchos de los miembros de los/as comisionados/as de la Asamblea General si sabían de una relación entre la IP (EE.UU.) y un seminario en Puerto Rico, hubieran dicho que no», dijo Juica. «Cuando empecé mi trabajo en el Seminario de Austin, yo no sabía que existía el SEPR. Debido a esto, fue importante destacar a la denominación, la continuación de la labor en el SEPR y nuestro continuo apoyo y acogimiento a la diversidad, no sólo en nuestra denominación, sino también en la educación teológica. Era importante que cada comisionado/a, visitante, y espectador/a en línea oiga que el SEPR es una parte del trabajo de Ia IP (EE.UU.) en la educación teológica, y estamos verdaderamente bendecidos de tener pastores/as entrenados y futuros/as líderes de la iglesia por el SEPR».
Después de la Asamblea General, García Rivera, que fue instalada en septiembre del 2014 como la primera presidenta mujer, expresó el agradecimiento del SEPR hacia la IP (EE.UU.) por su grata bienvenida.
«Mi primera Asamblea fue extraordinaria», dijo García Rivera. «Ahora veo que ustedes luchan con asuntos difíciles como la desinversión, los cambios en la Constitución, la apertura hacia la diversidad y las nuevas comunidades interculturales que tratan de honrar a Dios. Me sentí honrada de pertenecer a la familia presbiteriana. Para cualquier institución o estructura, no es fácil cambiar ni enfrentarse al reto de responder al Espíritu Y, sin embargo, ustedes no solo discuten posibilidades, sino también la búsqueda de maneras para recrearse en Cristo y convertirse en una iglesia importante en este periodo de tiempo».
Afirmando su compromiso de buscar una mayor participación con la IP (EE.UU.), continuó, «Así como el seminario se traslada hacia un nuevo territorio inexplorado, podemos servir a nuestros hermanos y hermanas presbiterianos a través de la educación a distancia, turismo médico, programas para líderes laicos y renovación espiritual. Agradecemos a Dios que ustedes están ahí para acompañarnos».
Otro ejemplo del compromiso de la educación teológica hacia la diversidad y la formación de diversos líderes es el Programa de Certificado en Ministerio en el Seminario de Austin, que comenzó en enero del 2016.
«A medida que la educación teológica se desplaza a apoyar y acoger más a la diversidad, el Seminario de Austin escuchó la necesidad de un certificado en Ministerio en español», dijo Juica. «Como ya he trabajado con ministros y miembros de la congregación latina, he escuchado la necesidad de que tengamos un certificado en Ministerio enseñado en inglés y en español. Como dijo mi colega Latina al servir como anciana gobernante comisionada de una congregación multiétnica, ‘No asumas que queremos todo en español o en inglés. Danos todas las opciones’. Por lo tanto, el Seminario de Austin está haciendo el trabajo de equipar a diversos líderes de la iglesia a través del Certificado, tanto en español como inglés, en los programas de ministerio».
La anciana gobernante Vilmarie Cintrón-Olivieri, miembro de la Primera Iglesia Presbiteriana Hispana de Miami, que tiene un título de maestría en educación, dijo que, aunque ella misma no ha sido estudiante en el SEPR, «me gustaría pensar que me he beneficiado de la educación recibida por aquellos que han y están equipando y educando a las personas en las iglesias».
Cintrón-Olivieri, quien actualmente se desempeña como secretaria del comité ejecutivo del Caucus Hispano/Latino, capítulo del sínodo Atlántico Sur, es una ex miembro del Comité de Educación Teológica (COTE) de la IP (EE.UU.). COTE es un defensor de la educación teológica que busca apoyar a los seminarios, tanto financieramente como en otras formas, y fortalecerlos para su misión de toda la iglesia.
Ella hizo hincapié que, al abogar por un mayor alcance en sus iniciativas de educación teológica, los miembros de la facultad del SEPR están disponibles para conferencias, predicaciones, y oportunidades en talleres. «El ejemplo más reciente, para aquellos/as de nosotros/as que somos parte del Comité Latino/Hispano del Sínodo del Atlántico Sur, fue el retiro de líderes el pasado mes de mayo, cuando el profesor del SEPR, Rev. Dr. Agustina Luvis fue el orador principal».
De acuerdo con Cintrón-Olivieri, la gran mayoría de los/as pastores/as presbiterianos que sirven a la IP (EE.UU.) en Puerto Rico son graduados/as del SEPR. Ella dijo «de la misma manera, los/as graduados/as ESPR han servido o están sirviendo en diferentes ministerios de la IP (EE.UU.) en todo el país y en el extranjero, incluyendo en las comunidades de adoración, seminarios, como misioneros, en los comités y comisiones de la asamblea general, en las oficinas nacionales en Louisville y en la Junta de Pensiones».
García Rivera concluyó con su declaración posterior a la Asamblea diciendo: «La crisis nacional en la que ahora enfrentamos después de la aprobación de PROMESA y su impacto en las familias puertorriqueñas, pone en peligro la realización de los sueños que tenemos con común con los presbiterios de la isla y con otros en los EE.UU…. Mientas caminamos en terreno incierto, nosotros/as acogemos su entidad al apoyar nuestro ministerio y la iglesia presbiteriana en Puerto Rico… nosotros no conocemos el futuro, pero sabemos que un Dios omnipotente y misericordioso camina con todos/as nosotros/as! Este es nuestro tiempo para dar un testimonio poderoso».
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