Se revive la esperanza en una comunidad Hispano/Latina inundada

Misión Nueva Vida restaura más que tan solo casas en el parque de casas móviles de Nueva Jersey

por Veronica Ditko | Presbiterio de Palisades

ROCHELLE PARK, Nueva Jersey – La reconstrucción después de la tormenta Sandy ha sido lenta para algunas personas en Nueva Jersey, especialmente las más desfavorecidas. Misión Nueva Vida ha trabajado desde 2015 para ayudar a las personas que viven en el Parque Metropolitano de Casas Móviles, en Moonachie, donde las inundaciones continúan dañando casas de familias inmigrantes hispano-latinas, y donde hace mucha falta el dinero. Tres casas móviles han sido arregladoa y levantadas, y pronto se completará una cuarta.

Guillermo López-Acosta CRE (izquierda), Sam Weddington (segundo de la derecha) y voluntarios trabajan para levantar una casa móvil en el Parque Metropolitano de Casas Móviles en Moonachie, NJ. (Foto proporcionada)

La misión es mayormente apoyada por la Primera Iglesia Presbiteriana de Moonachie, con la ayuda de la Primera Iglesia Presbiteriana de Hackensack y la Primera Iglesia Presbiteriana de Ridgefield Park, Ministerios Latinos del Presbiterio de Palisades, como también con becas.

«Es difícil ver cómo estas familias luchan por sacar tiempo de sus labores diarias para reparar sus hogares», dijo el líder de la misión, Guillermo López-Acosta. «Ellos tienen dos o tres trabajos mal pagados para satisfacer sus necesidades básicas».

Varios voluntarios que ayudaron en el Parque Metropolitano de Casas Móviles, Moonachie, NJ en septiembre del 2016. (Foto proporcionada)

Los voluntarios de la misión están entendiendo los retos de la comunidad y los horarios agitados. «Esto es más que un esfuerzo social o de arreglo», agregó López-Acosta. «Esto está reviviendo en ellos la esperanza de que todavía hay gente por ahí que se preocupan por ellos. Eso es lo que Jesús nos enseñó».

Nueva Vida lleva a cabo estudios bíblicos los jueves por la noche en el segundo piso de la sala de recreación comunitaria de Metropark, ahora llamada «The Upper Room». La primera sesión es para niños y jóvenes que incluyen oración, refrigerios y juegos; la última sesión es para adultos que a menudo trabajan hasta tarde. Muchas de las familias son católicas o pentecostales. Sin embargo, López-Acosta dice que su fe en Jesús es lo que los une.

“Las semillas de una nueva comunidad de adoración [1001 New Worshiping Community] están sembradas», dijo López-Acosta. «El crecimiento es lento, pero con un buen fertilizante de mucho amor y paciencia, esperamos que florezca una planta fuerte pronto para la gloria de Dios».

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. (Mateo 5:5)

 

Reviving hope in an underwater Hispanic-Latino community

 


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