La luz de Cristo brilla en las calles de Indianápolis

La alianza de la Iglesia Presbiteriana de la Fe y las donaciones a través de la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz ayudan a la Indy TenPoint Coalition a abordar la epidemia de la violencia con armas de fuego

Por Emily Enders Odom

LOUISVILLE – Anthony fue tratado con mala mano en la vida.

Un joven hizo su confesión entre lágrimas, mirando a los ojos del reverendo Charles Harrison, pastor de la Iglesia Metodista Unida de Barnes en Indianápolis y presidente de la junta de Indy TenPoint Coalition,

“Yo vivía en una comunidad que era tan violenta que me obligaba a hacer cosas que no quería hacer pero que sentía que tenía que hacer”, dijo. “Pero iniciativas como TenPoint me dieron la esperanza de que no tenía que ser la víctima de mis circunstancias; que había suficientes personas amorosas y bondadosas que podían convertirme en lo que Dios diseñó para mí en la vida”.

Y eso, dijo Harrison, es exactamente lo que intenta hacer la organización religiosa sin ánimo de lucro que dirige desde 1999.

“Intentamos dar a la gente la oportunidad de cumplir el propósito que Dios les ha dado”, dijo Harrison.

La Indy TenPoint Coalition, con su enfoque de “botas en el terreno” para reducir la violencia, aumentar el empleo y mejorar el rendimiento educativo, llamó la atención de Leslie Olsen, presidenta del equipo de misión de la Iglesia Presbiteriana Fe.

Olsen, un antiguo reportero de televisión que cubría el crimen en Indianápolis, conectó inmediatamente la participación anual de Faith en la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz con el trabajo de la iniciativa local.

“Como esta increíble organización dirigida por el Rvdo. Harrison se convirtió en noticia, nuestro apoyo no fue una decisión difícil de tomar”, dijo Olsen. “De todos modos, era un concepto nuevo para mí que los voluntarios, estas personas increíbles, como usted y como yo, estuvieran dispuestos a arriesgar sus vidas todas las noches o tan a menudo como lo hacen. Estaban por ahí patrullando nuestras calles, que se volvían cada vez más peligrosas. Estaban haciendo la obra de Dios de una manera espiritual y fiel; y eso me inspiró mucho”.

Para muchas congregaciones, participar en la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz, la fe está comprometida con el trabajo de la labor de paz en todos los niveles de la iglesia y la sociedad. La Ofrenda es también única en el sentido de que la mitad va a la iglesia nacional para abordar este tipo de problemas en todo el mundo, mientras que el 25% es retenido por las congregaciones para el trabajo local de paz y reconciliación y el 25% va a los presbiterios para ministerios similares a nivel regional.

Para Harrison, la misión del labor de paz en las calles de su ciudad no es una mera abstracción, sino algo concreto, inmediato y profundamente personal.

“Muchos de nosotros estuvimos en los zapatos de estos niños”, dijo. “Por ejemplo, crecí sin mi padre biológico en mi vida. También tuve un hermano que fue asesinado a los 21 años cuando yo tenía 14”.

Harrison dijo que siempre cuenta esta historia.

“Las personas que mataron a mi hermano se presentaron en la iglesia para el velatorio y el funeral”, explicó. “En la calle se oye quién ha matado, y ahí estoy yo con 14 años, y saludan a mis padres como si estuvieran llorando la pérdida de mi hermano cuando fueron ellos los que lo mataron. Así que, cuando mis amistades y yo estábamos conspirando para matarles, fue el impacto de los hombres de la iglesia en Jeffersontown (área de Louisville) lo que intervino en mi vida. Y creo que ese es el verdadero énfasis para muchos de nosotros los pastores. Hemos visto los resultados de lo que ocurre cuando los adultos invierten en la vida de los niños con problemas. O algo puede haber sucedido en su vida que podría llevarles por el camino equivocado en la vida. Hay muchos ‘Charleses’ ahí fuera, que si tuvieran la intervención adecuada, podríamos salvarlos de las calles, de la cárcel y de la tumba”.

La pastora de Faith, la Rvda. Charlotte Lohrenz, considera que la asociación de la iglesia con la Indy TenPoint Coalition es una parte integral de su identidad como congregación de Mateo 25, comprometida con el trabajo de “construir la vitalidad de la congregación, desmantelar el racismo estructural y erradicar la pobreza sistémica”.

“Aceptamos Mateo 25 muy pronto después de que la denominación lo pusiera en marcha, lo que vimos como un esfuerzo para reenfocar realmente el ser las manos y los pies de Jesucristo”, dijo Lohrenz. “Para nosotros, aquí en Faith, estábamos entrando poco a poco en áreas para cambiar realmente los sistemas que perpetúan la pobreza. Y aunque ya habíamos hecho algún trabajo hacia el objetivo de desmantelar el racismo estructural, teníamos mucho que aprender como congregación predominantemente blanca. Una de ellas es que tenemos que acompañarnos como aliados. No podemos ir y decir: ‘Así es como se hace’ o ‘Lo vamos a hacer por ti’. Lo que veo en la Indy TenPoint Coalition es un movimiento de base al que queremos apoyar de forma adecuada”.

A lo largo de los 23 años que la organización sin ánimo de lucro lleva en Indianápolis, Harrison dijo que alrededor de 40 o 50 congregaciones se han asociado con ellos de diversas maneras. A veces el apoyo viene en forma de contribuciones financieras, otras veces las iglesias han ayudado ofreciendo oportunidades de trabajo a los ex delincuentes.

“Si queremos que la gente deje de vender drogas y deje el arma, tenemos que ofrecerles una alternativa, como la formación y la inserción laboral”, dijo. “Al asociarnos con las Iglesias locales, intentamos realmente ser la luz y la voz de Cristo en las calles para afrontar la violencia que afecta de forma desproporcionada a los jóvenes de color”.

El éxito de la misión de la organización se ve confirmado por las métricas que muestran los logros de su trabajo. Durante los últimos seis años, cuando la ciudad de Indianápolis ha experimentado una violencia sin precedentes, en aquellas zonas en las que TenPoint ha utilizado su método de “botas sobre el terreno”, se ha producido una reducción del 100% en los homicidios tanto de jóvenes como de adultos.

“Ese es el impacto de este modelo”, dijo Harrison. “No podemos detener la violencia, pero ciertamente podemos reducir el nivel de disparos, apuñalamientos y homicidios en las calles”.

Lohrenz está de acuerdo en que los resultados que obtiene TenPoint son extraordinarios. “Es como si el movimiento del Espíritu Santo fuera comprobable”, dijo.

Harrison dijo que el mayor reto al que se enfrenta su organización -y la sociedad en general- es la desintegración de la familia, que crea pobreza y a menudo lleva a los jóvenes a involucrarse en el tráfico de drogas y en las bandas que los pone en el camino de la delincuencia y la violencia.

“Como comunidad religiosa, tenemos que preguntarnos cómo podemos formar parte de la extensa familia para ayudar a resolver los problemas, de modo que un joven de 14 años no sienta que tiene que vender drogas o ir a robar o asaltar una tienda para ayudar a proporcionar recursos a la familia para que puedan tener suficiente comida”, dijo. “Nuestro trabajo es ser un sistema de apoyo para identificar a estos niños en la calle que pueden ser más propensos a involucrarse en actividades delictivas. Lo que ha exacerbado esto más que nada es el fácil acceso a las armas”.

La proliferación de armas y la creciente epidemia de violencia armada son cuestiones que la IP (EE. UU.) ha abordado durante mucho tiempo a través de sus acciones, políticas, estudios y recursos.

“El pueblo presbiteriano puede marcar una diferencia mucho mayor de lo que cree”, dijo Simon Doong, asociado para la labor de paz en el Programa Presbiteriano de Labor por la Paz. “Ya sea educándose a sí mismos y a otros para que un arma de fuego más quede asegurada en un hogar, escribiendo una carta a su representante en el congreso sobre la necesidad de seguridad en torno a las armas, o orando por las víctimas de la violencia con armas de fuego”.

Doong dijo que siempre que el pueblo presbiteriano trabaje junto a organizaciones comunitarias como la Indy TenPoint Coalición, esas oportunidades y la magnitud de su impacto se amplifican aún más.

“Estas asociaciones están transformando las comunidades cuando tratan de abordar no sólo el problema de la violencia con armas de fuego, sino también las causas subyacentes de la violencia”, dijo.

Olsen ve que esa transformación ocurre a través de la relación de Faith con la Coalición Indy TenPoint.

“Creo en lo que está escrito en el Evangelio de Mateo: ‘Dichosos los que hacen la paz; serán llamados hijos de Dios'”, dijo. “Creo firmemente que nuestra congregación lo siente así. Una parte importante de ser cristiano es ser el guardián de la paz y ayudar en todo lo que podamos. Apoyar a una organización como TenPoint es una forma estupenda para nosotros, una congregación, que siente que está haciendo algo que ayuda”.

Lohrenz está de acuerdo en que la asociación anima a toda la congregación.

“Desafía a nuestros adoradores a niveles más profundos de discipulado en Jesucristo”, dijo, que es también lo que las ofrendas especiales de la IP (EE. UU.) están diseñadas.

“Estaba pensando en cómo la participación en Testimonio de Paz y Global es tan necesaria en nuestro mundo ahora”, añadió. Como pastora y cristiana, lo que realmente aprecio de las Ofrendas Especiales que tienen un componente nacional, internacional y local es que realmente hacen posible que, como una sola congregación, participemos en este trabajo más grande que no podemos hacer por nuestra cuenta. También recibimos el impulso para ver lo que está sucediendo en nuestra comunidad local y cómo podemos participar activamente y contribuir allí. Cada vez es un equilibrio maravilloso y un nuevo tipo de desafío para nosotros”.

El trabajo del Programa de Labor por la paz es posible gracias a las donaciones de la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz.