Puentes de Cristo actúa con valentía por y con los pobres del sur de Texas y México
Por Emily Enders Odom
BROWNSVILLE, Texas – Dan Bautista viajó una vez por todo el mundo con un maletín de representante farmacéutico. Ahora sólo lleva una Biblia.
Y una carga por los pobres.
Su llamado a cuidar de los más vulnerables del pueblo de Dios le llevó a dejar su puesto de 20 años en una de las mayores empresas biomédicas y farmacéuticas del mundo para comprometerse más activamente como anciano gobernante en la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.).
Bautista, nacido en Puebla, México, y nacionalizado estadounidense por matrimonio con Betty G. Bautista, nativa de Texas, es pastor comisionado de la mayoría de las congregaciones hispanas del Presbiterio de Mission. También sirve como capellán voluntario para varios hospicios del área y como gerente regional de contratos para Molina Healthcare de Texas.
Debido a que su fe -unida a su liderazgo en grupos de trabajo de agencias estatales y federales sobre proyectos laborales y de inmigración- prácticamente le exigía trabajar para abordar el azote de la pobreza sistémica entre las comunidades más pobres del sur de Texas y México, Bautista se unió recientemente a la junta directiva de Puentes de Cristo, un proyecto de misión del Presbiterio de Mission.
Puentes de Cristo fue fundado en 1981, por un grupo de pastores del Valle del Río Grande, tanto del lado estadounidense como mexicano de la frontera. Esta organización cristiana ecuménica sin fines de lucro, con sede en Hidalgo (Texas), centra sus ministerios de salud, bienestar y educación en las poblaciones más empobrecidas del mundo, especialmente las de la frontera entre Estados Unidos y México.
“Puentes es el puente entre las instituciones, otras organizaciones de misión y los residentes de las colonias”, afirma Leticia G. “Lety” Martínez, su directora ejecutiva. “Somos su punto de conexión”.
Las colonias, barrios o comunidades, están esparcidas por toda la región fronteriza entre Estados Unidos y México. Sus residentes son principalmente migrantes e inmigrantes, cuyos hijos e hijas nacieron en su mayoría en Estados Unidos.
Martínez es anciana gobernante en la Primera Iglesia Presbiteriana Mexicana de Brownsville, la iglesia presbiteriana hispana más antigua de Estados Unidos, donde su esposo, el Reverendo Joel Martínez López, es pastor. Ha dedicado 32 años como educadora, los últimos 23 como directora de participación de los padres en las escuelas de Weslaco (Texas).
Al jubilarse, Martínez decidió aportar sus muchos dones y habilidades al trabajo de la iglesia a tiempo completo. Debido a que ya se desempeñaba como secretaria de la junta directiva de Puentes cuando la anterior directora de la organización anunció su partida, Martínez asumió esa función a partir de mayo de 2024.
Desde entonces, dice, el ritmo ha sido imparable.
“Puentes está en reconstrucción, tanto física como misional”, dijo. “Aunque solíamos ser alrededor del 95% servicios sociales, ahora estamos cambiando para convertirnos en un centro de recursos para la educación cristiana, estableciendo en el centro una biblioteca con gente que viene del seminario [Austin Presbyterian Theological] para proporcionar formación.”
Con su activa junta directiva, su reducido personal y una red de voluntarios, Puentes ofrece una variedad de programas y proyectos educativos en las colonias y en la comunidad en general, varios de ellos en cooperación con universidades de la zona.
Uno de sus programas emblemáticos, un plan de estudios titulado “Construir un Templo Sano”, ofrecido en colaboración con la Universidad de Texas en San Antonio y el Instituto de Prevención e Investigación del Cáncer de Texas, ofrece educación de la salud en las congregaciones y pruebas gratuitas de detección del cáncer de colon a personas miembros de la iglesia sin seguro médico o con seguro insuficiente. El modelo del programa requiere que cada congregación forme un equipo de ministerio de salud que organice sermones y eventos mensuales sobre salud.
Además, en el marco de los programas de salud de las colonias de Puentes, la organización se asoció recientemente con el Programa de Colonias de la Universidad A&M de Texas.
“A través de nuestra nueva asociación, comenzaremos a ofrecer atención médica prenatal a madres adolescentes embarazadas y madres jóvenes en los condados de Hidalgo y Cameron en el Valle del Río Grande”, dijo Martínez. “También ofreceremos ‘baby showers’ con presentaciones educativas y cuidado de la salud en general para las mamás y sus bebés”.
Puentes también ha recibido ofertas de colaboración para su Programa de Liderazgo Cristiano, no sólo del Seminario de Austin, sino también de miembros de muchas congregaciones de todo el presbiterio, incluido un grupo de miembros de iglesias de San Antonio que han prometido su ayuda para la construcción y las reparaciones.
Fieles miembros del presbiterio y de la junta directiva, como Bautista, también salen regularmente a predicar en las colonias.
Aunadamente, gracias al enfoque integral de Puentes -atender las necesidades espirituales, físicas y emocionales de las personas-, sabe que hay otras formas de proclamar las buenas nuevas.
“Veo cómo los voluntarios llevan alimentos y programas a las colonias, pero no siempre la oración”, dijo. “Al trabajar con Puentes, sé que podemos proporcionar ayuda con la atención espiritual de las personas y mucho más.”
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