El 1º de noviembre, Día de Todos los Santos es un día en que celebramos a los creyentes de todos los tiempos. A menudo es un día en que honramos a los fieles que han fallecido el año pasado en nuestras propias comunidades de la iglesia. Es un día de agradecimiento para aquellas personas fallecidas que compartieron su fe con nosotros, y un momento para reflexionar sobre cómo podemos continuar compartiendo nuestra fe con las demás personas.